Después de una serie de acontecimientos que se enlazaron en tramas amables, sorpresivas, estables y ricas, la vida que veo y construyo a diario está en un punto por demás chicles; qué más da decir cómo o por qué, lo importante es que un cambio no llega sólo, así que decidí que era momento de quitarle los tonos pastel al blog y dejarle caer tinta...
Divago, no se me ourre algo mejor que escribir...será que la melancolía se fue y que ahora debo repensar el rumbo de mis letras. Escribir sobre lo bueno es difícil, porque le roba suspiros al alma en vez de desgarrarla y hacerla gemir ante la ruptura y el caos.
Creo que ahora el camino irá en sentido de aquellas palabras domingueras que extraño horrores pronunciar o escribir una tras otra como ametralladora, sin piedad, asumiendo el riesgo de que ese cocktel se vuelva un monólogo...
3 comentarios:
Dime mufasa!!
uhhh1!!!
Se ve bien, me latió, aunque las letras azules como que dejan ciego!
Andas de agresiva o por qué los colores marcados??...
Pues nomas. Era para cambiar completamente la imagen anterior del blog.
P.D. Mufasa!!
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