Ya nunca más tu cantar de sirenas
mareando mi actuar en lo concreto,
ya nunca más tu saliva corrosiva
envenenando mipiel con su lascivia.
Ni una gota más para tu persona:}
ni sudor, ni saliva, ni sangre ni llanto.
Te niego el permiso para entrar y quedarte
en la luz de mi calma con la cual te alimentaste.
Ya no temo a la invasión de tu mirada,
sw acabaron las danzas euf´ricas de culpa;
me despido de tu verbo, dulce amargo de promesas
exponiendo las heridad que sólo el tiempo sanará.
A partir de hoy se cierra ante tu cara
la entrad alibre a este, mi amado laberinto,
te arranco de la lengua ese falso 'nosotros'
que te llenó de mí, mientras yo me secaba.