Qué rico sería poder escupirte a la cara:¡vete a la mierda!
Así, de puntitas a la chingada...de donde no debiste haber salido
por más rituales que hiciera para invocarte.
Pero no, ahí voy de necia: yo con mi ego, y mi fe, y mi esperanza,
y todas esas cosas dispuestas para pisotearse, para hacerse bolita.
Ya haré lo que ese tal Parménides: iré a tu puerta
y te diré directo a la jeta "Ya te olvidé, ya me vales madre!
Con mis tacones Nine West de 12 cms.
y ese vestido que jamás volviste a verme puesto.
¡En tu perra vida, con esa basura a la que llamas convicciones
ándate cual patán qe eres, no faltará quien te siga el juego;
para que no te olvides del truco, para que no vuelvas a odiarme,
nomás por exigirte lo que merezco, pero que tu mentecilla no procesa!
¡A la mierda los dos! Tus malditos chistes
Mi estúpida fe, tú asquerosa misoginia
y mi maldita dependencia.
1 comentario:
no ma, te notas enojadita
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