Levanto el rostro para mirarte,
abro los ojos con ansias para verte,
camino de prisa por si acaso coincidimos
y cierro los ojos buscándote dentro.
Duermo de más prolongándote en mis sueños,
escribe tu nombre como el más poderoso sortilegio
para evocar tu cuerpo una noche y por todas.
Me lavo las manos para no ensuciarte si te toco
lavo así mi cuerpo para que su aroma te cautive,
te trazo en poemas a sabiendas que lo ignoras,
te saludo callando el cúmulo de mis ganas.
Humedezco mis labios desenado los tuyos,
finjo demencia para morir a la consigna
de lo cierto de tu indiferencia
y el desfase el tiempo entre mi fe y tu libertad.
1 comentario:
Yo ya se lo hubiera dicho!!
que no???
Publicar un comentario