
¡Oh poeta!
Que escribes en la lengua de los paganos y las quimeras
Haz que vibre la tierra
Ese espacio que haz reverdecido con tus humedades.
¡Oh poeta!
Mentor de la gracia, la blasfemia y la ternura;
Tómame en tus manos cual efigie
Y en la sal de nuestros sudores nútreme de tu deseo.
Háblame en la lengua de las ninfas,
O de los corsarios que toman sin pedir lo que les pertenece ;
Vibrame desde tu pluma bendita
Con el agua de la vida, de Mi vida.
Y cuando ya no puedas más entre mis vibraciones
Cuando la fuente de tu furia necesite estallar en mis entrañas
¡Fúndeme al espacio al que me invitas
Que escribes en la lengua de los paganos y las quimeras
Haz que vibre la tierra
Ese espacio que haz reverdecido con tus humedades.
¡Oh poeta!
Mentor de la gracia, la blasfemia y la ternura;
Tómame en tus manos cual efigie
Y en la sal de nuestros sudores nútreme de tu deseo.
Háblame en la lengua de las ninfas,
O de los corsarios que toman sin pedir lo que les pertenece ;
Vibrame desde tu pluma bendita
Con el agua de la vida, de Mi vida.
Y cuando ya no puedas más entre mis vibraciones
Cuando la fuente de tu furia necesite estallar en mis entrañas
¡Fúndeme al espacio al que me invitas
Y convoca a ese infierno en donde los demonios hacen fiesta!
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