Hoy cambio de zapatos,
me deshago de los suntuosos tacones
y adiestrando los talones de equilibrista
me despido con un beso de la muerte.
Con la cuerda y el abismo bajo mis pies,
y la sobriedad embriagante de la pasión
decido tomar al toro por los cuernos
y vivir la vida en vez de pararme y verla suceder.
Recobrando lo que más amo
acudo a la honestidad conmigo misma
y me atrevo a decirte sin tapujos:
no sé si eres lo que necesito, pero quiero averiguarlo.
Sin jirones de piel
sin complicaciones melodramáticas inútiles
simplemente con el lenguaje del instinto
inequívoco en sus señales y el trazado de sus pautas.
1 comentario:
excelente como siempre!
por cierto me gusta cuando me llamas idiota.
Inqui
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